Por: Ramón Féliz Lebrón
Periodista y docente
rflebron@gmail.com
«Los Dodgers renuevan contrato a expelotero enfermo para que conserve el seguro médico».
Leer ese párrafo inicial revela un mensaje conmovedor de solidaridad de que el béisbol de las Grandes Ligas no solo es un juego, si no también una relación entre empleadores (dueños de equipos) y empleados (jugadores, dirigentes, técnicos, etc.).
Associated Press (AP) supo que los Dodgers de Los Ángeles renovaron esta semana el contrato del exjardinero Andrew Toles, de 31 años, quien no juega en las mayores desde el 2018, y está en la lista restringida desde marzo del 2019 debido a problemas de salud mental con un posterior diagnóstico de trastorno bipolar y esquizofrenia.
Por el momento, no se espera que Toles regrese al terreno de juego, pero el equipo californiano ha continuado renovando su contrato cada primavera para que mantenga su seguro médico premium.
El ambiente beisbolístico se caracteriza por abundancia económica por los contratos de millones de dólares, y vemos con pocas frecuencias estas acciones con jugadores porque es muy raro que lo necesiten.
Sin embargo, Toles participó en 96 juegos para los Dodgers entre 2016 y 2018, y el salario más alto que devengó fue el mínimo entonces de 540 mil dólares (antes de impuestos) en el 2017, y aunque el programa de pensiones de las Grandes Ligas brinda extraordinarios beneficios y garantías a sus miembros, es a partir de los 45 años que pueden solicitar el inicio del desembolso, pero a esa edad cobrarán solo una fracción que si esperan más tiempo como explica magistralmente sobre este tema el distinguido colega Nathanael Pérez. (Ver su artículo aquí: https://n9.cl/dba43)
Toles había estado en unas 20 clínicas de salud mental desde que dejó los Dodgers, según informó USA Today en el 2021.
Extrapolar esa motivadora historia al sistema laboral de la República Dominicana es prácticamente una utopía, pues lo único que interesa es que los contratados cumplan con sus labores, y hasta ahí no hay nada cuestionable.
La realidad es que cuando los empleados tienen que ausentarse de sus puestos de trabajo por situaciones de salud o familiares, embarazo o accidente, la solidaridad y el agrado institucional, con sus excepciones, no son las reacciones que se reflejan ante esos imprevistos e inesperados acontecimientos, y se comienza a analizar las vías, muchas veces alejadas de los reglamentos, para despedirlos.
Han tirado al olvido ese apoyo emocional y económico que cualquier ser humano requiere en algún momento, y que confía recibir de la empresa a la cual le ha dedicado, en tantos casos, hasta más de la mitad de la vida.
No entraré en detalles de las leyes 16-92 del Código de Trabajo y la 87-01 de la Seguridad Social de la República Dominicana para no desviar el aplaudible ejemplo de los Dodgers con ese jugador cuya situación podríamos analizarla desde esas dos disposiciones, pero el ánimo no está ahora en dilucidar sus numerosas deficiencias y debilidades, aunque no se descarta hacerlo en próximas entregas a propósito de la actual crisis de salud mental que afecta a gran parte de la población.
La nota agrega que para aquellos que no están familiarizados con la jerga transaccional de las Grandes Ligas, los equipos pueden «renovar» los contratos de los jugadores que no son elegibles para el arbitraje cada primavera. Mientras tanto, la lista restringida, donde está el expelotero Toles, es una designación oficial que permite a un equipo mantener los derechos de un jugador sin que cuenten en los límites de su plantilla activa.
Loable gesto de los Dodgers de Los Ángeles.
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