Por Ramón Féliz Lebrón
La designación de Alberto Rodríguez como director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Física (Inefi) en octubre pasado produjo muchas reacciones en las diferentes esferas deportivas del país desde las expectativas que predominaron sobre las funciones que ocuparía en el actual Gobierno del presidente Luis Abinader.
El desempeño hasta ese momento en el cargo de viceministro de la Presidencia durante más de dos años dejó una estela de notables ejecutorias en sus relaciones con los poderes del Estado, sociedad civil y actores internacionales, pero nunca divorciado de su pasión: «Siempre estaré ligado al deporte», manifestó a la prensa el 16 de agosto del 2020, ratificando su compromiso con este sencillo, pero valioso ejemplo entre tantos que podemos citar, al acudir a resolver la situación de un cuadrilátero de boxeo en Cenoví, San Francisco de Macorís, que devolvió la alegría a decenas de atletas que habían perdido la esperanza de seguir entrenando, pues nadie les respondía.
La exitosa trayectoria profesional y gerencial en medios de comunicación, clubes, equipos y movimientos deportivos y políticos reflejó el preludio de la histórica gestión que Rodríguez realiza en el Inefi, organismo responsable de coordinar y evaluar los programas de desarrollo de la educación física y el deporte escolar en los centros educativos del Estado y privados del país.
Conociendo el ímpetu y la vocación de servicio de Rodríguez, no es sorpresa estar ante una dirección del Inefi que no se ha limitado nada más a sus atribuciones, si no a una revolución institucional inclusiva y largoplacista con el impacto y apoyo a cada sector social que fomenta la sana práctica deportiva en términos generales en niños, jóvenes y adultos; y ahí radica el principal detalle que ha motivado este artículo.
En base a un trabajo incansable, abierto y plural, ha transformado el Inefi en la cara deportiva del Gobierno, atendiendo el clamor de todas las representaciones del deporte; visitándolas, recibiéndolas, conociendo sus necesidades y brindándoles la mano aliada de ese estamento oficial.
En cuatro meses, Rodríguez ha recorrido, junto a su equipo, escuelas, liceos y colegios de la geografía nacional, entregando utilería deportiva y remozamiento de instalaciones; además de firmar importantes acuerdos con diferentes entidades en beneficio del deporte, la educación, estudiantes, docentes y ciudadanos; una verdadera avalancha de logros y cumplimientos.
El deporte une a los pueblos y fortalece a la familia y la sociedad, y desde el Inefi se le honra más allá de las infraestructuras escolares y colegiales.
Por los tangibles y fehacientes resultados de la gestión de Rodríguez, reconocidos por la opinión pública, el Inefi es la cara deportiva del Gobierno.
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